Psychologist Papers is a scientific-professional journal, whose purpose is to publish reviews, meta-analyzes, solutions, discoveries, guides, experiences and useful methods to address problems and issues arising in professional practice in any area of the Psychology. It is also provided as a forum for contrasting opinions and encouraging debate on controversial approaches or issues.
Papeles del Psicólogo, 1989. Vol. (41-42).
Carlos Rodríguez Sutil
Miembro de la Junta de Gobierno de la Delegación
W.H. Holtzman estudió por primera vez la fiabilidad y validez del tesst de Rorschach y desarrolló después el HOLTZMAN INKBLOT TECHNIQUE (HIT), publicada en 1961, por la Psychologial Corporation. En los últimos años, los intereses del Prof. Holtzman se han decantado hacia la psicología de la salud y comunitaria, como presidente de la Hogg Foundation for Mental Health.
Entrevista realizada por Carlos Rodríguez Sutil, miembro de la Junta de Gobierno de la Delegación de Madrid del COP. Profesor asociado de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense. Departamento de Personalidad. Evaluación y Psicología Clínica. Traducción de C. Rodríguez Sutil y Rolf M. Hagen.
Dentro del marco de la pasada Escuela de Verano, organizada por la Delegación de Madrid del COP, tuvimos la suerte de contar con la presencia de Wayne H. Holtzman, entre otros ilustres conferenciantes nacionales y extranjeros. Aprovechamos dicha ocasión para hacerle una entrevista.
-Usted comenzó a trabajar en los años cincuenta. ¿No es así?
-Recibí mi grado de Ph.D. (Doctor en Filosofía, que es el título genérico en los Estados Unidos) en 1950, en la Universidad de Stanford. Había realizado mis estudios de licenciatura después de la guerra. En el último año recibí un premio por algunas investigaciones.
-Sus primeras publicaciones estudian la fiabilidad y validez del test de Rorschach. Después desarrolló su propia prueba, el Holtzman Inkbiot Technique (HIT), que fue publicada a comienzos de los años sesenta...
-Fue publicada por la Psychological Corporation en 1961.
-Respecto al Rorschach suponía un aumento en el número de Láminas.
-Cuarenta y cinco en cada juego.
-Limitaba el número de respuestas.
-A una por lámina.
-Y creaba dos formas paralelas.
-Exacto.
-Intentaba superar así los importantes problemas psicométricos del test de Rorschach. ¿Cree que ha alcanzado los objetivos que se propuso?
-Sí, pienso que el HIT ha obtenido gran éxito en la producción de medidas fiables de ciertos aspectos de la personalidad que se considera que el Rorschach evalúa. Algunas de ellas están siendo ampliamente utilizadas en la actualidad. Una de las escalas más recientes se ocupa de los trastornos de pensamiento (pensamiento autista y percepciones inusuales de la realidad) propios de la esquizofrenia, aunque también se ha utilizado en otros trastornos.
-Pero, a pesar de sus logros metodológicos, el HIT no ha recibido casi aceptación de los psicólogos clínicos; mientras que el Rorschach, según las últimas encuestas publicadas en los Estados Unidos, sigue siendo ampliamente utilizado.
-Me parece que eso se explica por varias razones. Una de ellas es que el Rorschach con diez láminas es mucho más barato que mi prueba, que consta de dos juegos de 45, aunque el tiempo de aplicación es aproximadamente el mismo. La segunda es que la mayoría de los psicólogos clínicos recibieron formación en el test de Rorschach; me refiero a toda una generación que me incluiría a mí mismo, y encuentran más fácil su empleo. Aquellos, en cambio, que han recibido una formación extensa en el test de Holtzman y lo han utilizado tienen una opinión muy favorable del mismo. Por otra parte, los estudios y encuestas sobre la utilización del Rorschach se refieren a su empleo clínico en la práctica, más que a su uso en la investigación y el estudio científico. El HIT es más utilizado que el test de Rorschach en estudios científicos.
-Uno de sus primeros artículos que yo leí estaba escrito en colaboración con S. B. Sells, en 1954, y llevaba por título Prediction of flying success by clinical analysis of test protocols. En aquella época se estaba desarrollando una fuerte discusión entre los defensores de la predicción estadística o actuarial de la conducta, como Meehl y Sawyer, y los defensores del método clínico, más intuitivo, como Holt y usted mismo. Sin embargo, los resultados de ese artículo no eran muy favorables al método clínico. ¿Piensa que fue un error someterse a un experimento que pedía predicciones muy alejadas de lo que son los juicios clínicos más habituales?
-No se trataba exactamente de la puesta a prueba de la utilidad del Rorschach en la evaluación clínica de los pacientes, o de cualquiera que sufra un trastorno emocional o mental. Era más bien un intento por comprobar algo que muchos de los defensores del Rorschach proclamaban, en aquel tiempo, que era capaz de hacer. Durante, e inmediatamente después, de la segunda guerra mundial algunos de los pioneros del Rorschach, como Klopfer entre otros, dijeron que podían utilizar el test para predecir el éxito en las Fuerzas Aéreas. Y así se utilizaba, por ejemplo, para decidir entre dos candidatos a piloto de guerra.
-Era la misma actitud que G. Frank había mantenido poco antes al afirmar que el Rorschach era como unos rayos X para el estudio de la personalidad. Es decir, una actitud exagerada.
-Sí, por parte de muchos se daba una captación totalmente carente de crítica. El experimento era la adecuada puesta a prueba de esas particulares exageraciones. El Rorschach había sido propuesto para la selección de pilotos; para comprobar su eficacia fui contratado por las Fuerzas Aéreas a tiempo completo. En el estudio colaboraron 20 clínicos, expertos en Rorschach, muy conocidos, repartidos por todos los Estados Unidos. Se les proporcionaron protocolos seleccionados al azar, pidiéndoles que diferenciaran los candidatos que habían tenido éxito de aquellos que no. No fueron capaces de hacerlo. Este estudio tuvo gran importancia en su momento porque supuso la caída del Rorschach en los círculos académicos. A partir de entonces la mayoría de los académicos lo rechazaron en tanto que test.
-¿Era usted consciente antes del experimento de que el Rorsehach no iba a superar la prueba?
-Yo no estaba seguro, sinceramente; no sabía lo que iba a pasar. Lo que me resultó sorprendente es que ninguno de los clínicos, a pesar de sus declaraciones, fuera capaz de superar al mero azar... y eso es muy pobre.
-La discusión clínica-estadística fue sobrepasada en los Estados Unidos con la llegada de la evaluación conductual ¿Cree usted que realmente estamos asistiendo al renacimiento del psicodiagnóstico y de las grandes teorías de la personalidad tal como están advirtiendo algunos autores: Millon, Dana, Weiner, etc.?
-Creo que el renovado interés por el psicodiagnóstico procede de su notable mejora y refinamiento. Pues si no dispusiéramos de las medidas conductuales y mentales, que han sido refinadas hasta los niveles más avanzados, realmente no podemos resolver los problemas generales en el campo de la salud mental, como son diagnóstico, el tratamiento y, en la medida de lo posible, la cura de los individuos que padecen una enfermedad mental de cualquier tipo. Así, según aumentan nuestros conocimientos sobre las bases psicofisiológicas de la enfermedad mental necesitamos conocer también sus aspectos psicosociales e interpersonales. Como consecuencia, el psicodiagnóstico se vuelve cada vez necesario. Ahora bien, durante el encuentro que mantenemos con una persona para averiguar qué es lo que va mal se establecen relaciones, y en el curso de la terapia las relaciones interpersonales ponen en acción otra perspectiva del individuo.
-Durante los últimos años sus intereses se han dirigido a la psicología de la salud y comunitaria. ¿Qué desarrollo piensa tendrán en el futuro estas disciplinas?
-Bien, éste es un campo en el que estoy trabajando desde hace muchos años como presidente de la Hogg Foundation Mental Health. Mi principal tarea consiste en promover nuevas ideas en salud mental comunitaria, en Psicología de la salud y áreas relacionadas como la psiquiatría y trabajo social, en Texas, que es el estado donde vivo. Mi idea es que, probablemente, estas áreas atravesarán tremendos cambios en el futuro. Es decir, los cambios se producirán en las ciencias sociales, no tanto en las biológicas. El movimiento que estamos presenciando comenzó, en realidad, hace veinticinco años con la creación de los centros de salud mental comunitaria en los Estados Unidos Y en Europa.
Biografía
Holtzman, profesor de la Universidad de Texas (Austin), es presidente en la actualidad de la Hogg Foundation for Mental Health. Pertenece, asimismo, al comité ejecutivo de la Unión Internacional de Psicología Científica (IUPsyS) y ha desempeñado diversos cargos en la Sociedad Interamericana de Psicología y en la American Psychological Association (APA). En el año 1988 recibió la Distinguished Contribution Award, galardón concedido por la Society for Personality Assessment por sus importantes trabajos en el campo de la evaluación de la personalidad. En ese momento presentó un artículo con el título de «Beyond the Rorschach» («Más allá del Rorschach»).