Papeles del Psicólogo, 1994. Vol. (60).

J. L. Zaccagnini, P. Adarraga, C. Simon.

Instituto de Ingenieria del conocimiento. Gabinete para la Aplicación de las Tecnologías a la ducación. Universidad Politécnica de Madrid.

Como todo el mundo sabe hoy día a las puertas del S.XXI, el desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación, es decir, los ordenadores personales o profesionales, los sistemas multimedia, las redes locales, la Internet, los distintos tipos de TV & Vídeo, los CD-ROM, los satélites de comunicaciones...etc están teniendo un crecimiento exponencial, a la vez que se interrelacionan entre sí para dar lugar a complejos entramados sinérgicos. Este progreso constante en la oferta de tecnología y servicios relacionados con el tratamiento de todo tipo de información, junto con el gran descenso de los precios, está impulsando una enorme penetración social de todo tipo de aplicaciones basadas en ellos, tales como servicios informatizados (cajeros automáticos, información al usuario en museos, aeropuertos,..etc), herramientas de trabajo (nóminas, tratamiento de textos, facturación...etc), sistemas inteligentes de ayuda profesional, nuevos sistemas de educación y formación, teletrabajo, ocio informatizado, etc.

Cuando, tras la II Guerra Mundial, se inició esa escalada en las tecnologías de la información, los contenidos que se manejaban con ellas estaban muy influidos por restricciones de caracter técnico (lenguajes de programación logico-matemáticos), por lo que su uso quedaba limitado a los especialistas iniciados en la jerga (operadores, programadores, técnicos especializados, investigadores...etc). Además los entornos en que se utilizaban estaban aislados entre sí y muy restringidos a tareas puntuales de investigación científica o de desarrollo de tecnologías avanzadas. Sin embargo, al extenderse su uso, interconectarse entre ellas y acceder al gran público, tal como ocurre hoy día, se produjo un cambio cualitativo, que comenzó con la creación de una nueva ciencia (la Ciencia Cognitiva; véase p. e. Gardner,1985) y ha terminado impregnando la vida cotidiana. En efecto, los contenidos y tareas que hoy día son vehiculizados por estas tecnologías ya no son de caracter altamente especializado, sino que ahora una porción creciente de la comunicación y transferencia de conocimiento que diariamente se produce entre las personas normales está siendo mediada por distintos tipos de tecnologías y aplicaciones de este tipo. Así, el fenómeno ha desbordado el mundo de los especialistas para integrarse en la cultura cotidiana. A su vez esto ha exigido que el lenguaje técnico sea sustituido, poco a poco, por lo que podríamos calificar como una variante del lenguaje natural y los contenidos de las aplicaciones sean fácilmente accesibles para personas no-especializadas. En definitiva, todo esto está creando nuevos escenarios de interacción y comunicación humana mediada por la tecnologia. En la Figura.1 se ofrece un esquema de las distintas disciplinas cuya convergencia interdisciplinar ha dado lugar a este nuevo campo de aplicaciones.

El desarrollo y explotación de estos nuevos escenarios de comunicación cotidiana y profesional está planteando toda una serie de nuevos problemas, en los que se entrelazan cuestiones técnicas y factores humanos de manera indisoluble (véase la Figura.1). Estos problemas se refieren a cuestiones tales como la forma en que se han de organizar los nuevos formatos de comunicación, la manera de aprovechar al máximo sus posibilidades de manejo y transferencia de conocimiento y las estrategias para implantar eficazmente este tipo de nuevas aplicaciones. En el Cuadro 1 se enumeran algunos de los problemas que aparecen en cada uno de esos aspectos. Evidentemente estos problemas estan demandando nuevas habilidades y estrategias de resolución de problemas tanto en los que desarrollan los productos y servicios como en los responsables de dirigir los correspondientes proyectos. Lo cual, a su vez, está abriendo nuevos campos profesionales para personas con un perfil que, a falta de mejor definición, suele caracterizarse como el de "un psicólogo/a con formación tecnológica" o el de "un tecnólogo/a con sensibilidad y formación psicológica".

Un nuevo Perfil Profesional: La Ingeniería del Conocimiento

Frecuentemente este tipo de nuevo profesional, especializado en el desarrollo de aplicaciones tecnológicas que tengan en cuenta los factores humanos, y viceversa, suele etiquetarse como "Ingeniero del Conocimiento". Ahora bien, este tipo de perfiles resultan muy raros debido, entre otras cosas, a la tradicional dicotomía entre "ciencias" y "letras", o si se prefiere entre personas entrenadas en una mentalidad sistemática y eficiente pero "estrechamente especializada", y personas que se forman en contextos que favorecen la flexibilidad a costa del "rigor" y de la "eficiencia práctica". Sin embargo, el ya mencionado desarrollo tecnológico en el campo de la información está creando una nueva realidad en la que no tienen cabida ninguno de esos dos tipos de perfiles. Porque en este contexto no se puede seguir maltratando tecnológicamente a las personas, ni se alcanza nada útil a base de sólo buenas palabras. Los usuarios de todo tipo de aplicaciones basadas en tecnologías de la información y el conocimiento exigen, cada vez más, que los productos sean tan eficaces como humanizados y, sobre todo, que por lo menos añadan algo más a los sistemas que pretenden sustituir. Las empresas que ofertan ese tipo de productos y servicios saben que su capacidad competitiva depende, crucialmente, de que sean capaces de responder a esa demanda (véase por ejemplo el reciente trabajo de Winslow y Bramer,1994 patrocinado por Andersen Consulting). Por tanto tales empresas están buscando ese nuevo tipo de perfil profesional.

Aquí es donde los psicólogos, siempre y cuando seamos capaces de adaptarnos a las demandas, tenemos un amplísimo campo para el desarrollo de nuevas carreras profesionales. En concreto, y desde el punto de vista del psicólogo orientado a estos temas, posiblemente la mayor contribución que se pueda realizar consiste en la transformación del "producto" tecnológico en "servicio" orientado al usuario, es decir, introducir en el diseño de las aplicaciones tecnológicas aquellos factores que motivan e implican a los usuarios en su utilización de una forma efectiva. Estos aspectos exigen desde la participación en el análisis de necesidades y diseño del proyecto, hasta la participación en el diseño y desarrollo de los interfaces de usuario, el diseño de la formación en el uso de las tecnologías, los servicios de apoyo técnico a los usuarios, la validación de materiales, etc. Otras áreas de interés para el psicólogo especializado en Tecnología del Conocimiento y Recursos Humanos cubren aspectos más amplios relativos a cuestiones tales como el impacto de la introducción de tecnologías en las organizaciones y los cambios que inevitablemente han de generar (re-ingeniería organizacional).

Pero además los psicólogos pueden utilizar estas tecnologías como herramientas de investigación y desarrollo, por ejemplo en el campo del diagnóstico psicológico, o desarrollar aplicaciones específicamente psicológicas implementando "know-how" psicológico en soportes tecnológicos, por ejemplo los sistemas inteligentes de ayuda a la gestión de Recursos Humanos (para una revisión puede consultarse Adárraga y Zaccagnini,1994)

Evidentemente cada una de estas aplicaciones requiere conocimientos específicos. Sin embargo pueden esbozarse una serie de elementos que conforman un perfil profesional interdisciplinar de tipo genérico.

La vertiente puramente psicológica dependerá evidentemente del tipo de área de aplicación que interese: recursos humanos, formación, etc. Sin embargo, el enfoque cognitivo aporta una cercanía tanto terminológica como conceptual al mundo de las tecnologías que facilita el trabajo interdisciplinar. Por otro lado los conocimientos de diseño, implantación y evaluación de programas son muy importantes como metodología de trabajo.

Desde el punto de vista de la tecnología, si bien no suelen ser necesarios conocimientos profundos de desarrollo y programación, hay que dominar aspectos metodológicos y de terminología que permitan el trabajo en equipo con técnicos de otros ámbitos (especialmente con informáticos), así como la utilización de herramientas informáticas de apoyo al trabajo (Procesadores de Textos, Bases de Datos, Hojas de Cálculo, Ayuda a la Gestión de Proyectos, Herramientas de Diseño de Aplicaciones de Autor...etc) . Esto, a su vez, hace imprescindible un cierto dominio del idioma inglés, que también es necesario para una adecuada formación.

Otras habilidades necesarias son las capacidades de trabajo en equipos heterogéneos, negociación y enfoques sistemáticos de gestión de proyectos.

Evidentemente todo esto constituye un perfil básico que, para alcanzar el adecuado nivel ha de complementarse, ineludiblemente, con una experiencia práctica.

El reciente surgimiento de todas estas aplicaciones y necesidades hace que por el momento no estén definidos estos puestos de trabajo interdisciplinares como tales. Algunas universidades extranjeras están comenzando a ofrecer carreras de tipo mixto, como la Universidad de Twente (Holanda) en formación y tecnologías. Otros centros ofrecen especialidades en interacción hombre-máquina dentro de las carreras de informática que también pueden ser de interés como estudios de posgrado. Por otra parte existen empresas (sobre todo de consultoría) que están creando sus propios profesionales mediante formación interna. De hecho en la prensa pueden encontrarse con cierta frecuencia este tipo de ofertas, en las que muchas veces se aceptan psicólogos, incluso aunque no se mencione explícitamente el título de Psicología, siempre que se pueda justificar un cierto nivel de formación y/o experiencia tecnológica. A título informativo ofrecemos en el Cuadro 2 algunas de las entidades o actividades que necesitan perfiles del tipo del previamente descrito.

Finalmente señalar que algunas universidades españolas están empezando a crear centros de desarrollo de este tipo aplicaciones, con una clara orientación profesional y comercial, al estilo de los grandes centros norteamericanos ampliamente conocidos; existiendo actualmente más de diez diseminados por toda la geografía nacional.

Adarraga, P. y Zaccagnini, J.L.(1994) "Psicología e Inteligencia Artificial". Editorial Trotta, Madrid.

Material adicional / Suplementary material

Figura 1. Disciplinas que participan en la creación de los nuevos escenarios de comunicación humana.

Cuadro 1. Ejemplo del tipo de problemas que se generan en con los nuevos escenarios.

Cuadro 2. Empresas o centros que demandan personas con perfil de ingeniería del conocimiento.