Psychologist Papers is a scientific-professional journal, whose purpose is to publish reviews, meta-analyzes, solutions, discoveries, guides, experiences and useful methods to address problems and issues arising in professional practice in any area of the Psychology. It is also provided as a forum for contrasting opinions and encouraging debate on controversial approaches or issues.
Papeles del Psicólogo, 1994. Vol. (60).
José A. Carrobles
Conferencia en el XXIII Congreso Internacional de Psicología Aplicada, Madrid 17-23 de Julio de 1994.
J.A. Carrobles. En primer lugar, su nombre, su pertenencia a la Universidad de North Carolina, su perfecto inglés y su perfecto castellano, nos producen cierta perplejidad, ¿Puede aclararnos algo nuestras dudas?
A. Puente. Bueno, lo primero de todo, mi castellano no es tan perfecto, mi inglés mejor. Soy cubano, nací en Cuba, pero me eduqué en los Estados Unidos. Me doctoré en una combinación, en aquellos días, de Psicología Clínica y Psicología Biológica, lo que hoy en día llamaríamos Neuropsicología.
J.A.C. ¿Cual es su situación actual en la Universidad de North Carolina?
A.P. Yo soy profesor de Psicología y dentro de ésta, Neuropsicología. Allá tenemos un único Departamento de Psicología. Somos algo más de veinte miembros en la Facultad de Psicología. Comparado con aquí, las facultades allí son más pequeñas; tenemos más universidades, menos profesores y menos estudiantes. Nosotros, concretamente, tenemos veinticinco profesores, y cada especialidad tiene unos cien estudiantes. Yo soy profesor de Psicología Clínica, también realizo investigaciones y aparte de esto tengo un despacho en donde veo pacientes con trastornos de daños cerebrales.
J.A.C. Su campo de especialización es la Neuropsicología Clínica, donde es usted una autoridad internacional. ¿Ha sido esta su especialidad de siempre, o ha tenido otras, dado que este es un campo muy nuevo, de hecho aún no está afirmada como tal?
A.P. Desde los primeros años de estudio de la psicología siempre estuve interesado en los problemas de adaptación, en los problemas de la psicopatología, pero como referencia a trastornos del sistema nervioso. Empecé trabajando con el sistema periférico, y cuando acabé mi doctorado me centré en el sistema nervioso central, en el cerebro. Mi primer trabajo fue enseñando neuroanatomía en un Colegio de Medicina, y a partir de entonces me centré exclusivamente en el trabajo con el cerebro. En el año 78, cuando me gradué, no existía el campo de la Neuropsicología, y los neuropsicólogos que existían eran más que nada médicos. Pero poco a poco se fue formando la disciplina. En el año 78 se fundó la Academia Nacional de Neuropsicología y en el año 80 se formó la División de Neuropsicología dentro de la APA.
J.A.C. ¿De la que es o ha sido Presidente?
A.P. He sido Presidente de la Academia Nacional de Neuropsicología, y he sido miembro de la Junta Directiva de la División de Neuropsicología de la APA. La Neuropsicología se ha desarrollado en los últimos doce años, es una disciplina bastante nueva.
J.A.C. ¿A pesar de Luria y la tradición rusa?
A.P. La tradición rusa ha existido al igual que la tradición, quizás aquí como en el resto de Europa, pero ha sido muy limitada. Yo estuve en Rusia ahora en Mayo y la Neuropsicología está muy limitada y se sigue limitando aún más en gran parte por la falta de recursos. Comparada con la historia de la Neuropsicología en Estados Unidos, no tiene una perspectiva a largo plazo, se ha centrado en los últimos 25 años en la psicometría.
J.A.C. ¿ Quiere decir que constituya una batería de evaluación y poco más?
A.P. Bueno, el neuropsicólogo, en general, se ha centrado en la evaluación de la persona con trastornos cerebrales, pero a partir de los años 85-88 se observa un cambio en el que el neuropsicólogo está también cada vez más interesado en la rehabilitación, no sólo en la evaluación sino en el tratamiento del paciente. Actualmente el neuropsicólogo típico ve al paciente, le pasa una serie de pruebas, quizás durante unas diez horas, y después empieza un tratamiento más a largo plazo, casi siempre de meses, con sesiones una, dos o tres veces a la semana, para ver si le puede ayudar a resolver los problemas de memoria, tensión, lenguaje, etc.
J.A.C. ¿Los mismos neuropsicólogos también están generando toda la tecnología del tratamiento?
A.P. Exactamente. Yo trabajo con un equipo de psicólogos, neuropsicólogos y técnicos, y en algunos casos no veo a los pacientes sino que solamente dirijo el programa de rehabilitación.
J.A.C. El título de su conferencia del lunes 18 de julio era un tanto sorprendente: "¿Tiene futuro la Neuropsicología Clínica?, un largo pasado, un presente vibrante, y un incierto futuro". ¿Qué es lo que quiere expresar con esta aparente paradoja?
A.P. El título refleja mis opiniones sobre los cambios que están ocurriendo hoy en día en el campo de la Neuropsicología Clínica. La Neuropsicología me parece que es un poco como la psicología, que ha tenido, como dijo Ebbinghaus, un pasado muy largo y una historia bastante corta. Como he explicado antes, la Neuropsicología en Estados Unidos tiene una historia quizás de doce, quince, veinte, treinta años como máximo. La Neuropsicología aquí en España también es muy novedosa. Todo es nuevo. Los cambios que están ocurriendo dentro del campo son impresionantes: el número de revistas, de artículos, de estudiantes que se están enfocando hacia ella. Los honorarios del neuropsicólogo son mucho más altos que los del psicólogo clínico y mucho más que los de un psiquiatra. Está atravesando una etapa muy buena y muy interesante. Al mismo tiempo, yo creo que el futuro no está claro. No tenemos una base científica fuerte, no tenemos buenas teorías.
J.A.C. La investigación básica no es muy amplia en Neuropsicología, es más extensa en la vertiente aplicada, por donde ha empezado casi a desarrollarse la especialidad ...
A.P. Exactamente. Y todavía no tenemos un buen conocimiento de la psicología cognitiva, la neurociencia todavía está muy lejos de la Neuropsicología aplicada, y tampoco hemos tenido ningún desarrollo en una nueva teoría. La última que sirvió para algo fue la de Luria, y ya tiene más de treinta años, y se ha quedado un poco anticuada. Existe un vacío en nuestro desarrollo y me parece que puede ser muy importante que consideremos las cuestiones seriamente porque si no el futuro creo que va a estar muy limitado.
J.A.C. Algo que a mí siempre me ha sorprendido, o que me crea una cierta duda, es que en la Neuropsicología Clínica los desarrollos más importantes han sido en evaluación. Ahora empezaría la vertiente más rehabilitadora o de tratamiento. En lo que a la evaluación se refiere, ahora hay otras alternativas procedentes de la neurología para evaluar trastornos neurológicos, como puede ser el escáner o la resonancia nuclear magnética o similares, ¿cómo se compagina esto?, ¿pueden las nuevas tecnologías médicas desbancar a la evaluación neuropsicológica, o puede realmente ser un complemento?
A.P. Durante mucho tiempo pensamos que eso iba a ocurrir, pero la verdad es que ha sido un complemento. En Neuropsicología en Estados Unidos trabajamos mano a mano con el neurólogo y el neurocirujano. No es como el problema que se encuentra entre el psicólogo clínico y el psiquiatra, que muchas veces hacen lo mismo con el mismo paciente. Nosotros hacemos cosas diferentes.
J.A.C. ¿También constituye un problema en Estados Unidos la competencia entre el psiquiatra y el psicólogo?
A.P. Desde luego. No es por desarrollar este tema, pero yo formo parte de un grupo formado por la Junta Directiva de la APA para considerar el problema de la receta de fármacos, y después de dos años de estudio hemos decidido que con un cambio en el curriculum, el psicólogo puede, y quizás debe,tener la posibilidad de hacer estudios sobre fármacos y recetarlos.
J.A.C. ¿Se podrá conseguir eso?
A.P. Estamos en eso, y se va a conseguir. Si seguimos en esta vía, para el año 2000-2010, puede no haber campo para el psiquiatra, porque tampoco los médicos tienen una buena opinión del psiquiatra. El problema existente entre el psiquiatra y el psicólogo clínico no lo tenemos en Neuropsicología porque nosotros ayudamos al médico, al neurólogo, al neurocirujano o a quien sea, a complementar el servicio que le tienen que dar al paciente. Nosotros nos centramos fundamentalmente en la conducta, y eso es algo que no le interesan al médico. Al médico le gustan los problemas de tensiones, de epilepsias, si el paciente puede o no puede caminar, pero cuando hablamos de problemas de pensamiento, de memoria, de personalidad, eso constituye el campo del neuropsicólogo.
J.A.C. Al final, según usted, los psiquiatras "lo tienen dudoso?. Los neurólogos por un lado, los psicólogos clínicos por otro, y los psiquiatras en medio, no saben donde quedarse, ¿no?
A.P. No sé aquí en España, pero el futuro de la psiquiatría yo creo que es muy dudoso.
J.A.C. Aquí la psiquiatría es fuerte por ser una especialidad médica y por la tradición médica, pero realmente, a veces, los mismos psiquiatras no se sienten muy identificados con su propia práctica. Hay una psiquiatría biológica, hay otra psiquiatría más psicoanalítica, algunos hasta intentan hacer una psiquiatría conductual. Se ubican en distintos sitios a veces no genuinos de la psiquiatría. Quizás lo que mejor tendrían sería la psicofarmacología definitivamente.
Decía antes que la vertiente rehabilitadora o terapéutica de la Neuropsicología es un campo que se desarrollará mucho más en el futuro, que ya está siendo una realidad.
A.P. Exactamente. En los primeros años de práctica privada en mi despacho, el cien por cien de los pacientes eran evaluaciones. Hoy ha bajado a un cuarenta por ciento. Si seguimos al ritmo en el que estamos, yo creo que va a acabar en un cincuenta-cincuenta. Como me dijo un neurocirujano hace poco: "ya que sabemos qué pasa con este paciente, intenta hacer algo"; le expliqué que no tenemos suficientes datos, que no tenemos base científica, pero me dijo: "si no lo haces tú, no lo hará nadie, intenta hacer algo. Tiene un buen seguro, tiene buenas intenciones, y necesita ayuda. Haz algo".
J.A.C. Sobre todo porque si no lo haces tú nadie lo va a hacer. Habrá que esperar que se rehabilite con la fisioterapia si es que procede, si es que se aplica, y si no, nada.
A nivel de evaluación, quizás es mi ignorancia la que va a decir esto, aquí por lo menos creo que las baterías que más se siguen utilizando son la batería Luria-Nebraska y la batería, Halsted- Reitan para la evaluación de problemas neurológicos. ¿Hay muchos más instrumentos para la evaluación?
A.P. Esos son los que más se usan en Estados Unidos, y yo creo que lo que está pasando, y que dije en mi conferencia el otro día, es que estamos pasando de la etapa en la que todos los pacientes recibían la misma batería, a centrarnos más en aplicar las pruebas necesarias para investigar el problema que se presenta. Y ahora, quizás la próxima fase será no solamente la de hacer eso, sino también la de aplicar una batería o pruebas que no sólo evaluen el problema sino que entiendan al paciente. Por ejemplo, no vale la pena aplicar una prueba en inglés a un inmigrante que no domina esta lengua, y eso ha ocurrido mucho. El trabajo de mi amigo Miguel Ardila, que ha encontrado que el nivel cultural es muy importante en cómo se manifiestan los trastornos neuronales, algo que hasta hace poco no se pensaba que era importante, constituye un ejemplo en esta línea.
J.A.C. ¿Conoce la situación de la Neuropsicología en nuestro país?
A.P. Yo creo que promete mucho. El problema que yo veo es que hay varios grupos, pero que no se comunican entre ellos. El grupo que veo más activo es el grupo de la Complutense con Juan M. Tobal y Antonio Cano, que tienen dos estudiantes investigando en Neuropsicología, y nuestro amigo común, el profesor Juan Godoy, en Granada, que también tiene dos estudiantes muy capaces. Hay grupos en Barcelona, por lo que he visto, muy cerrados, y también he oído que hay grupos en Tenerife, en Sevilla y otros, pero no los conozco. Yo creo que hay muchas promesas, como en otros países.
J.A.C. En la Universidad Autónoma de Madrid también se ha hecho alguna tesis sobre la Neuropsicología cognitiva, conectando la psicología cognitiva con la Neuropsicología.
A.P. Creo que la psicología en general en España está viviendo un nacimiento muy interesante. El futuro de la psicología española me parece quizás tan bueno o mejor que el de otros países en el mundo, y es en gran parte el motivo por el que yo vengo a España, porque veo que el futuro de la psicología está basado en lo que va a pasar aquí en España y en otros países latinos.
J.A.C. ¿Cómo ha visto el Congreso?
A.P. Un espectáculo fantástico, como Director de la Comisión de Congreso de la APA el año pasado, nos ha creado una preocupación inmensa, porque no sabemos qué hacer para el próximo Congreso de la IAAP a celebrar en San Francisco. Hemos hablado de recepciones en embajadas, de espectáculos como los que vi anoche, las comidas, ... No sé si seremos capaces de replicar esto. No lo hemos hecho antes, y no sé si vamos a poder hacerlo, pero lo intentaremos. Yo creo que lo que he visto en este Congreso es un nivel muy alto de cultura y de la socialización del psicólogo y de la psicología. Yo personalmente he disfrutado y he aprendido mucho, y creo que ha sido algo muy importante para la Psicología aquí en España, que el mundo vea que la Psicología en España está muy bien desarrollada, y que España vea que la Psicología ha aceptado a España también a nivel internacional.
J.A.C. Se ha retomado el curso de la historia, interrumpido durante mucho tiempo. Después de más de 60 años desde que se organizó aquí un Congreso de Psicología Aplicada, cuando la Psicología aquí tenía un nivel muy prometedor, estuvimos desconectados de los circuitos internacionales, y esto supone quizás volver a conectarnos.
También nosotros cuando empezamos teníamos mucho miedo de ser capaces de realizar el congreso, pero al final nos ha salido algo aceptable.
A.P. Deben estar muy orgullosos del trabajo que han hecho.
J.A.C. Muchas gracias Dr. Puente, encantado de tenerle con nosotros, y gracias también por su amistad y por su ayuda.
A.P. Gracias a ustedes.
Conferencia en el XXIII Congreso Internacional de Psicología Aplicada . Madrid, 17-23 de Julio, 1994.