Psychologist Papers is a scientific-professional journal, whose purpose is to publish reviews, meta-analyzes, solutions, discoveries, guides, experiences and useful methods to address problems and issues arising in professional practice in any area of the Psychology. It is also provided as a forum for contrasting opinions and encouraging debate on controversial approaches or issues.
Papeles del Psicólogo, 1995. Vol. (62).
Pierangelo Sardi
Secretario General de la Asociación Unificada de Psicólogos Italianos.
El inicio de la Psicología del Tráfico en Italia ha sido lento, largo y laborioso, pero precisamente por esto ha traido consigo muchas ventajas para la Psicología italiana. En 1992 todo parecía fácil, y el nuevo Reglamento de Circulación, con una rapidez también inesperada para nosotros, había aceptado el reconocimiento psicológico obligatorio generalizado, como lo había tenido España desde el año 1985. Pero la CEE puso objeciones a esta generalización, porque implicaba una duplicación de los reconocimientos médicos precedentes, así que el Gobierno italiano modificó la primera formulación, condicionando tal reconocimiento a la prescripción médica. A mediados del año pasado logramos convencer nuevamente a nuestro Gobierno sobre la reintroducción de exámentes psicoaptitudinales obligatorios para algunas categorías de conductores: profesionales y especiales.
Esta nueva formulación ha sido obviamente presentada a la UE, siendo aprobada a finales del año pasado y desde entoces no ha sido nuevamente criticada por nadie. Pero, esta norma se ha incluido en un complejo de normas muy vasto, el llamado Reglamento de Circulación, que por otras razones (también ligadas al impasse gubernativo de estos meses), no ha entrado todavía en vigor y está actualmente en examen (formal, no de mérito) por nuestro Consejo de Estado.
No debería haber problemas, lo que debería garantizarnos más o menos el 20% de las prestaciones que el reconocimiento psicológico generalizado comporta para los psicólogos españoles.
Estamos encontrando mucha disponibilidad para integrar esta intervención preventiva con el añadido de una segunda intervención, rehabilitadora del conductor indisciplinado, mediante la puesta en marcha de una propuesta en el Código, de descuentos en la supresión del permiso de conducir a aquellos sujetos que presenten un certificado de asistencia a un curso impartido por un psicólogo y un instructor de escuela de conducir.
La lentitud de este proceso, si por una parte ha desilusionado un poco a los colegas más impacientes, por otro lado, ha aportado resultados asociados, absolutamente inesperados. Nosotros habíamos añadido en esta norma una claúsula conclusiva: para hacer esta evaluación psicológica, estos psicólogos particulares deben poseer, además de la pertenencia al Colegio, una formación específica en el sector de la seguridad vial.
El hecho de que justamente en una norma (todavía no aplicada, pero ya escrita formalmente en un acto aprobado por el Gobierno y por la UE) se pidiese una formación innovadora respecto a la obtenida anteriormente por los psicólogos, nos ha permitido presentar con mucha fuerza, demandas de financiación de cursos de formación profesional para psicólogos de la Seguridad Vial en cada una de nuestras regiones. Las regiones que han pedido información al Ministerio de Transportes han provocado el efecto de que sea casi obligada la aprobación y financiación de estos cursos. El momento es muy favorable porque en Italia, como quizá también en España, la formación profesional en el pasado, estaba fuertemente absorbida por la financiación de los partidos políticos. Cuatro o cinco juntas regionales italianas han terminado en prisión exacta y específicamente por este acaparamiento de dinero destinado a la formación. Al entrar ahora en un sector imprevistamente vacío de aspirantes, es posible construir rápidamente un poderoso aparato formativo: o mejor dicho, para nosotros se trata más bien de reconvertirlo porque paralelamente se ha saturado el mercado de la psicoterapia, que en Italia había sido inflada enormemente; en primer lugar, por una norma de 1995 que equipaba a los médicos y los psicólogos psicoterapéutas; y, en segundo lugar, por nuestra Ley de Ordenamiento Profesional que enfatiza este único privilegio. Se habían creado gran cantidad de escuelas de formación que actualmente están cerrando, debido entre otras razones a que nuestro Consejo de Estado ha atacado imprevistamente la base de su legitimidad.
La apertura de diversos cursos permitirá a estas escuela no dejar los locales, no despedir al personal y no desmantelar todo. Al mismo tiempo que presentábamos en varias regiones la demanda de cursos para psicólogos de la seguridad vial, y las veímos aprobadas, hemos comenzado a añadir otros proyectos de formación y otros trabajos psicológicos, transladando el mismo mecanismo a otros sectores (por ejemplo, la mediación familiar, la procreación con asistencia médica; en resumen, en muchos sectores en los que el Parlamento o el Gobierno debía renovar su legislación).
Estamos introduciendo la petición de una nueva y específica formación de estos psicólogos, para así obligar a las regiones a destinar sobre nuestra categoría una financiación razonable para la formación post-universitaria.
Ninguna otra profesión ha invertido tanto como los psicólogos en la formación extra-académica. Los médicos cobran por sus especializaciones, los pilotos ingenieros también, siendo que los otros profesionales se conforman generalmente con aquello que han aprendido en la Universidad o como máximo cobran en menor cuantía en sus primeros años de práctica. Nuestros estudios universitarios todavía están en un nivel muy teórico, permaneciendo así, no sin buenas razones, por mucho tiempo todavía. Por tanto, es deber de nuestras asociaciones intervenir para facilitar el ingreso de nuestros jóvenes colegas en el mundo del trabajo.
Las naciones de Sur de Europa están aventajadas a la hora de pedir estos fondos, especialmente si lo hacen de modo transnacional y asociado. Justamente en este período están venciendo en Italia la demandas para los cursos transnacionales, y sería oportuno que España e Italia las presentaran conjuntamente, al menos para este sector de la Seguridad Vial, y posiblemente también para los otros sectores arriba indicados. El Colegio y el AUPI, asociaciones oficialmente reconocidas como representantes de los intereses de los psicólogos, seguramente pueden participar en estos proyectos.