Papeles del Psicólogo, 1997. Vol. (68).

Juan Carlos Duro Martínez

Director de Papeles del Psicólogo

Cuando ya estábamos cerrando este número la tozuda realidad, se ha encargado de confirmar nuestras poco confesables razones del por qué de este A Fondo, a saber: los desastres van a ser cada vez más frecuentes y masivos y van a requerir de nuestra intervención para ayudar a las víctimas y a sus familiares.

Dos hechos que parecen confirmar estas previsiones han acaecido en estos últimos días...

Cuando ya estábamos cerrando este número la tozuda realidad, se ha encargado de confirmar nuestras poco confesables razones del por qué de este A Fondo, a saber: los desastres van a ser cada vez más frecuentes y masivos y van a requerir de nuestra intervención para ayudar a las víctimas y a sus familiares.

Dos hechos que parecen confirmar estas previsiones han acaecido en estos últimos días.

Por un lado el desastre producido por las lluvias torrenciales en el Cerro de Reyes en Badajoz ocurrido la noche del pasado 6 de Noviembre que se saldó con más de 23 muertos, algunos desaparecidos y con la desolación de una ciudad entera.

Por otro la rotura de un depósito de agua en Melilla que, en un primer balance provisional, ha producido nueve muertos, más de una treintena de heridos y la destrucción de dos barrios de la ciudad.

En el caso de Badajoz, siguiendo los pasos iniciados en el Cámping de Las Nieves de Huesca y en el accidente de Uharte-Arakil de Navarra, nuestros compañeros psicólogos también han contribuido a paliar los efectos psicológicos postraumáticos en las víctimas y familiares de esta mortal riada pacense.De Melilla todavía no tenemos información.

Es hora pues de que, desde la profesión, incrementemos nuestras investigaciones y reflexionemos teóricamente para comprender mejor aquellas causas de los desastres en las que están implicadas el factor humano y los elementos organizacionales e institucionales (como parece ser el caso de Melilla), así como en la metodología y técnicas de intervención inmediata para la ayuda psicológica en caso de desastres naturales, bélicos ó de cualquier otra naturaleza. Algunos de los artículos de este A Fondo se colocan en esa dirección.

Sin embargo desde la vocación aplicada de la Psicología como Servicio Público no basta con sesudos análisis y sofisticadas teorizaciones. Éstas tienen que servir para implementar medidas de intervención desde las Administraciones públicas que contribuyan tanto en la prevención de desastres como en la formación de los profesionales y voluntarios que van a intervenir en primera línea (policía, ejército, voluntarios de Cruz Roja, de otras ONGs, psicólogos, etc). Sugerencias e ideas para esta tarea se apuntan en otro puñado de artículos.

En la apuesta por mejorar la intervención psicológica en Desastres, el Colegio Oficial de Psicólogos se ha puesto a trabajar movilizando sus recursos humanos e intelectuales en todas las Delegaciones bajo la coordinación de la Junta de Gobierno Estatal. De dicho proyecto de trabajo, al igual que de los contactos habidos con Protección Civil (ver Infocop), informa el Vocal encargado de este tema.

El camino es arduo y los esfuerzos considerables, pero el reconocimiento social de nuestra labor, la satisfacción del trabajo solidario y, sobre todo, el agradecimiento de los afectados y familiares bien merece la pena recorrerlo.