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Papeles del Psicólogo es una revista científico-profesional, cuyo objetivo es publicar revisiones, meta-análisis, soluciones, descubrimientos, guías, experiencias y métodos de utilidad para abordar problemas y cuestiones que surgen en la práctica profesional de cualquier área de la Psicología. Se ofrece también como foro para contrastar opiniones y fomentar el debate sobre enfoques o cuestiones que suscitan controversia.

PAPELES DEL PSICÓLOGO
  • Director: Serafín Lemos Giráldez
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Papeles del Psicólogo, 1984. Vol. (14).




PSICOLOGÍA: DESARROLLO HUMANO Y CALIDAD DE VIDA , DIEZ PUNTOS PARA UNA NUEVA LÍNEA.

Pablo del Río

En la sección que dedicamos en este número de Papeles del Colegio, Psicólogos al ya próximo Primer Congreso del Colegio encontraréis además de un artículo de Pablo del Río sobre psicología, desarrollo humano y calidad de vida entrevistas con psicólogos catalanes relacionados con la preparación del Congreso en Cataluña.

Quizá piense alguno que, como muchos eslóganes, el del Congreso de Colegios de Psicólogos de 1984, no es más que una frase voluntaria de enganche para implicar a la opinión pública en problemas corporativos. Si así fuera no merecería la pena escribir sobre ello: los eslóganes se auto-invalidan por inadecuación y falta de credibilidad.

Pero también podría ser y yo creo en esta segunda opción, que la Psicología trata de abrir un camino más abierto y dialéctico en nuestro país, y que está, no tanto sirviéndose de los términos del eslogan, como trabajando para dotarlos de sentido y aplicabilidad. En esa trayectoria podrían ayudar a situarnos estos diez puntos de reflexión:

1.- La psicología española ha cambiado drásticamente, cualitativa y cuantitativamente en los últimos años a tres niveles: a) productividad teórica e investigación (medible en libros, revistas y publicaciones especializadas aparte de otros indicadores; b) productividad social y aplicada (medible en los miles de puestos de actuación profesional en el servicio público cubiertos los últimos cinco años, y que no se limitan a la aplicación de modelos adoptados o adaptados de otros países sino que desarrollan una propia reflexión y unos dispositivos también propios de enfoque y actuación; e) productividad científico tecnológica, (más allá de la teórica, explicativa, descriptiva o didáctica), para abordar la creación y puesta a punto de técnicas e instrumentos de intervención (sería ésta más difícil de medir que las anteriores y de desarrollo más precario por falta de medios, pero el incremento no ha dejado también de ser notable).

2.- Este cambio permite otro sucesivo: el de realizar una reflexión propia y no importada al cien por cien, sobre los objetivos y el objeto de nuestra Psicología. Digo nuestra porque se trata de asegurar la validez ecológica además de la general. No cabe, en el actual estado de desarrollo de la Psicología, plantearse una profesión y una docencia simplemente "traducidas". Cada vez más los conocimientos sobre el hombre obligan a abandonar un modelo teórico ideal y a construir sobre el terreno, aún cuando la vista alcance a la vez a los más lejanos horizontes. La psicología española ya tiene fuerzas para hacerlo,

3.- Condición necesaria para lograr esa validez teórica y ecológica es la de superar dualismos entre teoría y práctica, excluyendo tanto el academicismo como el corporativismo en sus aspectos peyorativos. Se trata de hacer compatibles el investigar con el intervenir, el conocimiento con el cambio. U. Bronfenbrenner sostiene que no sólo no son ambos incompatibles, sino que se precisan mutuamente: es preciso cambiar la realidad para conocerla es preciso trabajar sobre ella, para captarla en su realidad evolutiva. Como psicólogos nuestro saber científico no puede dejar de lado la intencionalidad de la conducta humana.

No basta con conocer por conocer sino que necesitamos, para validar ese conocimiento, que sirva para actuar, para vivir, para ser mejor 0 mejor ser.

4.- Las raíces de esa actitud podrían estar en la constatación hecha desde la biología (la hemos oído por ej. de F. Cordón) de que las modificaciones genéticas en la herencia humana parecen haberse detenido: la selección biológica a través de los caracteres adquiridos ha cesado por motivos sociales: cuidamos a nuestros ancianos, débiles minusválidos... Eso no quiere decir que toda selección evolutiva haya cesado, sin embargo: ahora seleccionamos la viabilidad y calidad del desarrollo por razones sociales y culturales (renta, creencias, nacionalidad, raza, parentesco, etc.). Hemos detenido una selección gracias al desarrollo cultural y social e iniciamos otra con esas mismas armas. De algún modo eso quiere decir que la propia evolución social niega un modelo ideal o acabado del hombre y está comprometida implícitamente en su modificación o selección. Malamente la Psicología podría suponer un objeto de conocimiento estable, como la física, cuando su objeto es internacional y esencialmente inestable, y cuando la propia psicología puede y debe ser un instrumento de exploración y actuación esencial para dirigir óptimamente ese cambio. No sólo debemos reconocer pues esa inestabilidad epistemológicamente, sino tomar parte en ella como ciencia aplicada comprometida.

De algún modo es un viejo problema que vuelve a rebrotar con fuerza en la Psicología actual como demuestra la vitalidad del redescubrimiento de Vygotski por la actual psicología americana. Vygotski subrayó el proceso de "interiorización" del mundo exterior en la evolución biológica e histórica del hombre. Hoy, debemos subrayar también, gracias al enorme poder de la difusión tecnológica, industrial y cultural, el proceso de "exteriorización" de las producciones de nuestra mente en cambios masivos y determinantes en el medio ambiente general. El proceso se cierra.

5.- Por ello la Psicología se compromete cada vez más en modelos teóricos de influencia ecológica e interaccionista. Tanto el hombre como el ambiente no sólo se influyen uno al otro, sino que han acabado siendo ambos fruto de esa interacción. La Psicología no puede ya encerrarse en la mente y dejar el entorno a biólogos y economistas. Y viceversa. Un circuito se ha cerrado entre lo psico-sociocultural y lo físico-geográfico-económico. La proliferación de grandes mentes interdisciplinares en los últimos diez, veinte años no es sólo fruto de su propia inquietud y valía. Refleja también este hecho. Es decir su trabajo, su mente "reflejan", en la aceptación vygotskiana, esa interrelación.

6.- Aún sin realizar esta reflexión siempre y globalmente de un modo explícito, la propia estructura y organización interior en la psicologia, también responde a ella. No hace toda vía mucho, en el principio de nuestra profesión, contábamos con una psicología científica que trataba de conocer al hombre, la mente humana y animal, y, muy a otro extremo, una psicología aplicada cuyo marco cultural y social venía impuesto por la demanda económico laboral y que haría aflorar la Psicología Industrial, la Psicología Escolar, la Psicología Clínica, la Psicología penal, la Psicología del consumidor, etc.

Ahora, tanto desde la Psicología Científica como desde la intervención, se da una reflexión-instrumentación-intervención para verla realidad a que se aplica la psicología como efecto o manifestación, al tiempo que causa, (causalidad recíproca) de las estructuras y procesos esenciales de la menté humana. Dicho de otro modo: se ve al sujeto en evolución como una construcción en el medio socio-cultural humano en sus diversas manifestaciones, de modo que no pueden aislarse los procesos esenciales de aquellas áreas de realidad en las que se forjan y manifiestan. Y viceversa: no puede hacerse una psicología aplicada que se inhiba del desarrollo humano esencial.

7.- En la práctica eso supone una globalización de las áreas antes un tanto mosaicas de actuación de la psicología: la escuela, el hospital, la fábrica, el penal, etc. Ahora la psicología de la educación no se solapa con la escuela sino que se ocupa de todo el proceso de construcción y desarrollo personal: la construcción social de la psique humana no es otra cosa que educación ya sea formal (escuela) o informal (familia, barrio, cultura de masas). La psicología clínica no es ya el estudio y tratamiento de patologías sino la comprensión y optimación de los procesos adaptativos y meliorativos del organismo-mente individual y social y se habla más de salud que de enfermedad. La psicología de la actividad productiva (trabajo) y de sus implicaciones tanto económicas (producto y valor económico de la actividad o beneficio económico) como psico-sociales o culturales (efectos evolutivos sobre el individuo y la sociedad ya sean constructivos o destructivos: "beneficio" humano) va poco a poco perfilándose mejor y dejando atrás los condicionantes y estereotipias de la psicología taylorista.

La psicología de la vida en sociedad y el producto final de la calidad de la vida va también imponiendo este enfoque amplio sobre otros planteamientos o bien ya especulativos, ya experimentales, de la psicología social, o bien aplicados en sectores muy circunscritos de actividades económicas (consumo y publicidad, cultura de masas, construcción y urbanismo, etc.) políticas (propaganda, opinión pública) o de asistencia social (marginados en sus diversas acepciones: ancianos, mujeres, niños, jóvenes, delincuentes, drogradictos, alcohólicos, minusválidos psíquicos y físicos, parados, mendigos, grupos étnicos minoritarios, emigrantes, etc.). Parece que el considerar la vida humana como un proceso constructivo, autoevaluativo y autojustificativo tanto a nivel individual como a nivel de las distintas comunidades y de la totalidad de la especie va imponiendo una óptica que, fomentando las competencias profesionales especificas, lo hace velando por un proceso global que nos aleje de las listas de indicadores, problemas o asignaturas tradicionales en que el estar bien o mal en unos u otros items de la larga lista, no resuelve la desestructuración final.

Algunos psicólogos están en esta línea, también algunos economistas, sociólogos, médicos, etc. etc. En realidad todos aquellos profesionales que no se dejan reducir a un modelo ciego y mosaico de la vida humana. Llegaríamos en último término a un único indicador: ser más y mejor, vivir más y mejor.

8.- Por otra parte, el cielo vital humano se ha expansionado cuantitativamente tan deprisa que no sólo la expectativa de vida ha crecido en este siglo en 25 años hasta situarse en 75 años, con un límite óptimo esperaba general, (de momento) de 113 años, (lo que ha supuesto que en los países avanzados, por ejemplo Inglaterra, los servicios al 3er. ciclo vital, es decir, a ancianos y jubilados ocupen el ler. lugar en el presupuesto económico de asistencia social), sino que también la prolongación económicamente "improductiva" del ler. ciclo se ha extendido en menos de un siglo de los 12 a más allá de los 20 años. El adultocentrismo del hombre trabajador (menos frecuentemente, la mujer) como rasero de medida de la vida humana tiene sin embargo hoy más fuerza que nunca en la historia y debe ser revisado por un enfoque completo y evolutivo del ciclo vital que vea los 3 tercios del ciclo como un todo que debe arrojar un resultado global satisfactorio.

9.- El concepto de calidad de vida adquiere así una preponderancia como objeto social que obliga a dársela también como objeto de conocimiento en la ciencias humanas.

Los psicólogos americanos comenzaron a desarrollar bajo la administración Johnson, sin demasiados ascos a su procedencia reivindicativa de la época dorada de los 60, el concepto de "calidad de vida" acuñado fuera de nuestra profesión (y que venía a oponerse a la "cantidad" de dinero-consumo o "nivel de vida" y a la cantidad-duración de la vida biológica). Parece llegado el momento de que lo mejor de la teoría y práctica psicológicas se viertan en esta tarea y no sólo algunos conocimientos marginales.

10.- No obstante, y por lo que sabe la psicología hoy, la calidad de vida es al menos tanto un resultado del desarrollo y la educación personal como de las condiciones físicas ambientales vitales. El tipo de hombre (individuo, sistema social humano) que se construye a través de la educación (formal e informal, explícita e implícita) es el factor principal de la calidad de vida. Problemas como el de la directividad a largo plazo de la conducta o capacidad de organización de la actividad, con motivos y normas cognitivamente avanzados (ver Leontiev) llevarían a plantear la libertad individual y el desarrollo moral como un resultado de esa construcción, por ejemplo.

La educación de hoy está pues inextricablemente ligada con la psicología social de la vida cotidiana (desde la formación en el consumo y el ocio al conocimiento social del mundo, desde el desarrollo moral a la organización de los ecosistemas culturales) y con la psicología de la salud y de la actividad productiva.

No parece ya sensato que los psicólogos se inhiban de una visión global del hombre. Porque es necesaria. Y porque puede ser eficaz.

Y no es abuso sacar la psicología a la vida en su más amplio sentido. De hecho sería importante que otras instancias llegaran también a la psicología.

REFERENCIAS

Bronfenbrenner, U.- The Ecology of Human Development, Harvard Univ. Press, Cambridge, Massachusetts, 1979.

Cordón, F.- Valor de la biología para educar al niño en el respeto a la vida. Infancia y Aprendizaje, 1980. 10 pp. 3-18.

Dalkey, N.C. - La calidad de vida. Revista Española de la Opinión Pública, 1970, 21-22. pp. 279-293.

Overton, W.F. y Reese, H.W. - General models for man-environment relations, en McGurk, H. Ed. "Ecological Factors in Human Development. North Holland, Amsterdam, 1977.

Río, P. del - El desarrollo moral, algo más que conocimiento, Infancia y Aprendizaje, 1982, 18 pp. 1, 2.

Tamames, R. - Ecología: la nueva ética. El País, 21-8-1983 p. 10.

Vygotski, L.S. - El desarrollo de los procesos psicológicos superiores. Crítica, Barcelona 1979.

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