Papeles del Psicólogo, 1998. Vol. (71).

Manuel Filgueira Loisis

Durante nuestro período de formación universitaria vivimos, con cierta intensidad, agrias polémicas entre conductistas, seguidores de la Psicología Genética y quienes se apuntaban a opciones próximas al Psicoanálisis, en busca de la "Psicología Verdadera". Las reformas del sistema educativo, que necesitaban de una cierta infraestructura científica referida a los procesos de aprendizaje, convirtieron en hegemónicas primero, a la citada Psicología Genética y más recientemente, el modelo constructivista, reflejándose tal circunstancia, en las referencias bibliográficas que propiciaban la aparición o desaparición de determinados autores (por ejemplo, Vygotsky y Wallon) en función del tempo de cada reforma. Hubo también un tiempo en el que se produjo una cierta inflación de artículos de dudosa originalidad aunque rematados, eso si, con un amplio y obsesivamente actualizado listado bibliográfico dictados, en muchas ocasiones, más por la urgente necesidad de hacer curriculum para optar a puestos docentes definitivos en la Universidad, que consecuencia de un ordenado proceso de investigación o pausada reflexión. La creación de Psicopedagogía, que respondió sobre todo a la necesidad política que algunos vieron de "reciclar" maestros excedentes y mantener los puestos de trabajo de algunos profesores universitarios que se quedaban sin clientela en sus especialidades, supuso un importante revés para los profesionales de la Psicología Educativa, cuando ya habiamos logrado una posición consolidada en la sociedad. Muchos de nosotros iniciamos nuestra práctica profesional criticando las actuaciones centradas exclusivamente en criterios psicométricos, en muchas ocasiones ejecutadas por gabinetes que se desplazaban a "provincias" para, en maratonianas sesiones, realizar autenticas barridas en colegios privados aplicando pruebas colectivas que devenían en informes estandarizados y... pingües beneficios a la empresa. Cuestionamos también la utilización, que por aquel entonces se hacía, del C.I. y los riesgos de estigmatización que se podian derivar (!Ay aquella bibliografía de Tort, Bowles y Gentis o Rosenthal y Jacobson!). igualmente denunciamos la creación de macrocentros para ingresar a niños y jóvenes con deficiencias psíquicas al tiempo que propugnábamos la integración escolar apoyada desde modelos de sector. Corregimos algunas prácticas de influencia clínica que, a nuestro entender, contaminaban los modelos psicoeducativos. Hemos abierto nuevas líneas de trabajo para reforzar la adaptación de nuestra práctica profesional a criterios deontológicos adecuados. Recientemente se concluyo una importante tarea sobre el rol del psicólogo de la educación (magnifica la compilación de materias sobre el tema realizada por Adolfo Fernández Barroso). En fin hemos recorrido un buen trecho cuestionando, corrigiendo, depurando, en suma, definíendo cómo debe ser nuestra formación universitaria y la práctica profesional de la Psicología Educativa. Pues bien, cuando en estas estábamos, desde Galicia (utilizada a modo de "granja experimental" y "plataforma de exportación") la Xunta nos sorprende con un decreto (120/1998, de 23 de Abril por lo que se regula a Orientarión Educativa e Profesional na Comunidad Autónoma de Galicia) que elimina el modelo de sector (E.P.As.), crea los correspondiente. Departamentos de Orientación en los Centros de Secundaria y, en cuanto a los tramos de educación infantil y primaria, paso a traduciros y subrayar lo que establece en el apartado 2 del artículo 1º: " En los colegios de educación infantil y primaria y en los colegios de educación primaria se crea, en las condiciones que la Administración Educativa determine, un departamento de orientación que abarcará en su ámbito de actuación, además del propio Centro, aquellos otros Centros incompletos de la misma zona de escolarización y que estará coordinado por un maestro responsable de la orientación Educativa que ejercerá sus funciones como jefe de dicho departamento".

Ya veis, "begin the begin"; en ello estamos.

Manuel Filgueira Loisis